Dirigido por J. F. Ràfols
Tomo Segundo – pág. 117
Editorial Milla. Barcelona 1953.
Persona de una sensibilidad muy afinada, se fue sintiendo cada día más escultor a medida que se fue alejando del «amateurisme» a que lo había inducido su innata facilidad. En su primera exposición en la Sala Parés, ya pudo verse no sólo la importancia del camino recorrido, sino también la perspectiva de los nuevas maneras que él fue abriendo con su trabajo.
Gran admirador de los artistas franceses, Despieu, Maillol y Gimond, de los cuales, supo estudiar sus grandes cualidades, sin imitarlos. También del escultor Enric Monjo, con el que compartió alguna exposición de Arte Sacro en la Galería Grifé y Escoda.
Fueron muchas las imágenes religiosas que el escultor hizo en pocos años, es decir, desde la Guerra Civil hasta su muerte (1939-1951). Aquí hay una relación de ellas, algunas obras se encuentran entre la familia y amigos, aunque seguramente existirán otras que por falta de datos ha sido imposible localizar. La obra de este escultor ha sido introducida en el Archivo del «Institut Amatller d’Art Hispànic«, Centro de Investigación de Arte Hispánico abierto al público.